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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Relato - EL POEMA SE ACABÓ....

Este relato refleja una realidad que puede sentirse lejana, sin embargo es la realidad que muchas personas viven, debido a las alteraciones que puede sufrir nuestra mente, aquellas malas jugadas que pueden convertir el momento más mágico en una triste verdad.


 
A esta altura de mi vida ya no sé que es la locura, ha vivido y ha dormido conmigo, me miro al espejo y aún me persigue, siento que me respira al oído y me susurra los momentos de aquel día; los días tristes siguen latiendo por su ausencia…

Conocí a Pierre hace ya más de 5 años, media como un metro ochenta y algo más, sus ojos eran el reflejo del océano, sus manos y su piel simulaban la blancura de mi alma, que por cierto se la entregué y no me la devolvió; sus labios eran más etéreos que la misma nobleza, su corazón y el mío forjaban un nudo inmenso. Al pasar las noches y los días, atamos nuestras vidas, y cuando digo atamos, aunque ya no estemos juntos, es como si así fuera… es un maldito recuerdo, que no me deja… o mejor que no lo dejo.
Pierre me saturaba la sangre con versos y sinfonías, sabía que el lado dulce de mi alma se media por las flores, por las noches de miles de estrellas con fugaces besos de amapolas. Sabía qué el desayuno de caricias con abrazos revueltos y sabanas calientes era más que suficiente para comenzar mi día. Que persona tan impecable, tan perfecta, tan sublime…. era él y nadie más, era él el que en mis sueños estaba.
 Aun conservo con  nostalgia el primer verano que pasamos juntos. Siempre que lo recuerdo las lágrimas inundan mis ojos; es una combinación de sentimientos, es una tristeza infinita, es la simple melancolía de felicidad. Era un día cálido, enfrente de un lago impaciente que hacía juego con el azul profundo del cielo; él lucía más radiante que ese azul eterno y yo vestía jazmines en tela que resaltaban mi emoción; los besos sobrepasaron la profundidad del lago, la piel se fundió en un solo tapiz.

Pasaron doscientos setenta y nueve noches con sus días para que Emilio tuviera su primer aliento, para que viera el mundo con sus propios ojos, para que viera al dulce Pierre, para que nuestros corazones latieran separados.  Emilio tiene pintado su rostro con sus pecas y sus labios, tiene sus cejas fruncidas y sus ojos del mar de su padre y con ellos la nobleza de los míos; su imaginación vuela más lejos que cualquier cometa. Emilio salta en los hombros de Pierre y se enlaza a su pecho, lo abraza y lo cuida. Ya dejó de tararear el español para susurrar las letras en francés y quizás termine leyendo cuentos y poemas en la torre Eiffel.

Me llamo Manuela, tengo 27 años, unos cuantos meses y un poco de días, y a veces no sé quien soy ni donde estoy.  Soy docente de la demencia en una universidad de arquitectos, enseño a diseñar y a modelar la ética, a reconocer las mentiras a partir de las verdades, siendo cuerdos en esta vida confusa. Viví con Pierre hasta hace seis meses… y cada vez que lo digo, el nudo de mi garganta me inunda por completo mis entrañas. Vivimos la vida al alcance de la felicidad, con la ternura y la pasión como testigos. Nuestra casa estaba rodeada de pinturas que Emilio dibujó, las paredes eran interminables autobiografías, el sofá se vestía de seda con recuerdos del amor, la alcoba fue cómplice de los pecados y las banalidades. Nos rodeaba la música de Pedro Guerra y Lisa Hannigan, cantaban para nuestro aposento, entonando sus versos sin fin en nuestros corazones forajidos.  Disfrutábamos del atardecer y del ocaso, de su paso al oscuro profundo y su retorno a la luz.
Pero después de ese día… las flores ya no llegan, el poema se acabó, lo que un día fue amor en amargura se volvió…  

Regresaba de un mal trecho día de trabajo, con los pelos de punta y los hombros caídos, caminaba sin cesar con el ánimo de recuperar fuerzas al lado de Emilio y Pierre, de tocar sus labios y sus manos, de sentir sus almas junto a la mía; ese día no debió haber pasado, no debió haber ocurrido.  Estando yo a pocos pasos del edificio donde reposaba nuestra morada, me percate de unos hombres de verde (con ulular de sirenas) que rodeaban la cuadra, tenían una cinta amarilla que negaba mi acceso al único espacio que me brindaba la tranquilidad y la felicidad que alimentaba mi ser.  Un hombre de alta estatura con facciones de otro mundo y locura incesante, tal vez de amor, tal vez de odio, tal vez de desespero, amenazaba a un niño y a su criada con un cuchillo.  El niño lloraba como si recién estuviera naciendo y su criada como si ya fuera muriendo.  Mi corazón latía cada vez más fuerte y mi sangre se negaba a creer que era Emilio el que lloraba. Pierre nunca me lo dijo, lo ocultó de la forma más promiscua y perversa…
Aún me pregunto por qué no me lo dijo, por que ocultarme a mí, su esposa, su confidente, su amante, su compañera… creería que no lo apoyaría? creería que lo trataría como a su psiquiatra? …
Tuve que saberlo de la manera más vil y humillante, mi Pierre con quien había convivido y hecho mi castillo, tenía trastornada su personalidad desde muy joven, tenía distorsiones en el pensamiento, tenía esquizofrenia. Tomaba a diario su medicina muy temprano y en la noche la repetía sin yo darme cuenta.  ¿De qué más no me di cuenta?  Ese día, al parecer, Pierre olvidó sus pastillas de la felicidad, las pastillas  que me llevaron a un falso cielo, a un falso castillo sin bases…  Pierre amenazaba a Emilio y a Lucía, tenía en su mente la imagen de fuerzas extrañas que lo ponían al margen de este mundo, negaba su propia realidad y se sentía odiado por la raza humana.  Emilio no comprendía lo que su padre hacia. Lucía no sabía en qué lio se metía. Después de unos cuarenta minutos apocalípticos, pude entrar a aquel viejo edifico, con tres de los hombres de verde a mis espaldas y otro con una cruz pintada en su casco, subí despacio los cinco pisos que me separaban de la superficie terrenal, aunque más parecía que estuviese descendiendo al mismo infierno. Al abrir la puerta del apartamento Pierre no me reconoció, gritaba cual cerdo antes de morir, tarareaba en otros idiomas y se golpeaba la cabeza con sus manos, se agachaba y brincaba, tomaba a Emilio de los brazos y lo llevaba de un lado para otro persiguiendo a Lucía con el cuchillo, se quedaba quieto, reflexionaba y volvía a empezar.  Yo pasmada aun en la puerta inmóvil al ver a Emilio desconsolado y confuso, no entendía la vida, me sentía pérdida en un mar de enredos y cables. Empecé a sentir cosquillas de locura en mi cabeza, y sólo buscaba la forma de recuperar a Emilio.  No sé qué tanta realidad haya yo visto, o cuanto de ese momento sea sólo mi imaginación.  En un minuto largo, de esos en que siente que ha pasado una vida entera, Pierre en in intento de volver a la realidad soltó a Emilio, Lucía lo tomo entre sus brazos y corrió a través de las puertas, por entre la cocina, y atravesando la sala llegó a mis brazos, Lucía ya sangraba, Emilio se desmayaba y yo solo lloraba.  Aquellos hombres detrás de mí, entraron presurosos a golpear fuertemente a aquel ser que en algún momento me dio la vida y luego me la quitaba.

Un mes después de análisis, Pierre, por fin con valentía y timidez, me contó lo que pasaba por su cabeza mientras compartíamos los supuestos momentos felices. Él creía ser un asesino perfecto que nada ni nadie lo detendría. La excitación y la fuerza que pasaba por cada una de sus venas y arterias de su cuerpo le encantaban a tal punto de recrear en su mente los momentos más dañinos y dolosos que le brindaban un placer infinito. En lo más profundo de su mente pensaba en los detalles de su cruel acto, pensaba en su víctima, en como  la luz de sus ojos se debilitaría y se apagaría sin más volverla a ver, pensaba en el último aliento que podía tomar su víctima, en lo débil, desnuda y sutil que yacía …
No quise oír mas, estaba en frente de otro ser, un ser al que solo podía comparar con las películas de terror, al que solo quería que saliera de mi vida y que no dañara los buenos momentos que posaban en mi mente… no lo podía creer… oh mi Dios!

Veo el ocaso y el amanecer de mi vida, me despierto acompañada y sola. Sigo mi rutina al colegio y al trabajo y vuelvo como a las seis de la tarde con la locura de ver a Emilio como Pierre.

GLOBALIZACIÓN

A través de éste mapa conceptual se hace una aproximación al concepto de globalización, sus antecedentes y consecuencias en las organizaciones.


lunes, 27 de septiembre de 2010

Administración del tiempo- Gestión Humana

carpeta de 3 agujeros Éstos son los pasos:

La administración del tiempo, es un aspecto muy importante no solo en el ámbito laboral, sino en todos los aspectos de nuestra vida, por eso acontinuación se relaciona un artículo que puede ayudarnos a ampliar este tema.
Tomado de http://www.mujeresdeempresa.com/management/100101-time-management-metodo-sencillo-para-la-administracion-del-tiempo.asp

La mayoría de personas no tienen un sistema para administrar el tiempo o tienen un sistema de time management muy pobre.  Cada día se encuentran frente a una montaña de cosas para hacer, recordar, agendar y aplicar. Y no parece haber un fin a la vista.
Uno de los mayores obstáculos para el éxito es la falta de tiempo, algo que no debería ser un obstáculo en absoluto. Es la percepción de que no hay tiempo suficiente para hacer todo lo que quieres hacer en tu negocio.
Digo percepción, porque la realidad es muy diferente.
abrumada por las tareas pendientesMuchas personas llegan al punto en el que * siempre * se sienten atrasados, no importa lo que hagan. El estrés y la frustración se acumulan, y los grandes proyectos nunca despegan o quedan en el camino.
Tú puedes encontrar el tiempo, gestionar más proyectos con éxito, y mantenerte al tanto de todos los detalles y listados de cosas por hacer, si tienes un buen sistema de gestión de tiempo y proyectos.
¿Qué pasó con la actualización del website, la newsletter mensual electrónica, y con tu plan de dar charlas para promocionar tu emprendimiento? Es probable que esas tareas quedaran sepultadas por varias docenas de otros proyectos que has estado tratando de mantener en ejecución.
OK, si esto te resulta familiar, tengo un sistema de tres pasos para tí.

Tres Pasos para una Mejor Administración del Tiempo

Este es un sistema que requiere lápiz y papel. Sugiero que comiences con una delgada carpeta de 3 agujeros y dos divisores. Este sistema se puede traducir a un sistema digital o en línea, pero simplemente no he encontrado uno que realmente funciona para mí.
Guarda esta carpeta en tu escritorio, a la mano para consultar cuando lo necesites. Pero sólo hay que mirar una vez al día y luego una vez a la semana para la planificación semanal.

1. Crea una Lista de Proyecto para cada proyecto que tienes en curso

Comienza con el primer proyecto que se te ocurra. Sólo un título servirá: " Actualización del Website" o "Programa de Capacitación". La mayoría generalmente descubren que tienen más proyectos en marcha que realizar y que no tienen hojas de proyectos para la mayoría de ellos.
Ahora repasa cada una de las listas de proyectos por vez y empieza a añadir las tareas a realizar. Puede ser unas pocas, puede ser muchas. Para un proyecto de diez páginas puedes tener un total de 100 o más listas  de tareas.
Recuerda, mantenías la mayoría de estas tareas en la cabeza cada día o tal vez en una lista grande. Ahora tienes listas separadas y distintas unas de otras. Algunas tienen más prioridad que otras. De hecho, algunos pueden no ser más que ideas sueltas que todavía no has analizado.
Uno de tus listas de proyectos será un "Varios" y otra puede ser un "Algún día" Esta es una lista de cosas que pueden convertirse en proyectos o simplemente listas de tareas que aún no pertenecen a las listas semanales o listas de tareas diarias.
Estas páginas de proyecto son como un "cubo grande" de las cosas que tienes que hacer, organizadas por proyecto y examinadas fácilmente semanalmente.

2. Crea una Lista Semanal a partir de tu Lista de Proyectos

A continuación, lo que se hace una vez a la semana es sacar tareas de tus listas de proyectos y transferir tareas a tu lista semanal. Para ello, empleas una sesión de planificación semanal que lleva entre 15 minutos a una hora (dependiendo de la cantidad de cosas que tienes para procesar).
Por cierto, si no crees que tengas tiempo para esta planificación, te estás engañando a ti misma/o. Por cada hora que pasas en la planificación, ahorras cinco a veinte horas. No es broma. Es así de poderoso.
Planificar la semana tiene un poco de arte. Tienes que transferir tareas de tus listas de proyectos diferentes, de forma que algunas cosas suceden:
Uno, deseas transferir los elementos de más alta prioridad. Dos, no deseas transferir demasiadas tareas ni demasiado pocas. Tres, debes desprenderte de todas los demás tareas de la lista del proyecto por esta semana.
Lo que te queda es una lista de doce a veinte puntos en tu Lista semanal. Y el juego de cada semana es completar la mayoría, si no todos las tareas para esa semana.
Si no se hacen, se transfiere a la lista de la próxima semana cuando estés haciendo tu planificación semanal. Y a veces puedes decidir posponer algunas tareas para más tarde (o incluso eliminarlas).
Es importante que pongas tareas "urgentes e importantes" en tu lista de cada semana, además de algunas tareas catalogadas como "no es urgente ni importante”.
Los proyectos de Marketing a menudo se encuentran en esa categoría. Trata de dejar tareas "Urgente y no importante". Esas son las pequeñas cosas que aparecen a diario y que necesitas ajustar.
Por cierto, tu lista semanal va en la parte delantera de la carpeta y detrás de un divisor van todas las listas de proyectos.

3. Crea una Lista Diaria a partir de tu Lista Semanal

Ahora cada día empleas unos pocos minutes para planificar tu día, pues solo revisas tu Lista Semanal, no tu Lista de proyectos. No tienes cientos de tareas pendientes para considerar, solo una docena o algo más.
A continuación transfieres las tareas elegidas de tu Lista Semanal a tu Lista Diaria; así que terminarás con una to-do list muy corta. 4 o 5 tareas, raramente más de seis.
La cantidad de tareas que transfieras a tu Lista Diaria en realidad depende de tu agenda. Si tienes planificado dar dos teleclases y además tienes 3 entrevistas ese mismo día, lo prudente sería transferir muy pocas tareas; si otro día tu agenda se encuentra más despejada, entonces puedes transferir más tareas.
Cada día se convierte en un juego para completar todas las tareas que tienes en la lista. Las tareas que no se completaron las debes transferir a la Lista de Tareas del otro día.
Finalmente debes poner tu lista Diaria enfrente de tu Lista Semanal en la carpeta con un divisorio entre ellas. Alternativamente podrías poner tu Lista Diaria en un calendario de escritorio o en un sistema de gestión de tiempo (time management system). Pero la clave consiste en poder ver la lista de tareas pendientes durante todo el día, idealmente junto con tu cronograma diario.

A continuación te cuento algunas cosas que he notado al usar este método:

Inmediatamente me parece que tengo más tiempo. No estoy abrumado por un centenar de cosas diarias (que son ruidos en mi cabeza) sino sólo un par de cosas vitales.
PDA blackberryCuando una idea para un proyecto grande aparece, rápidamente la puedo poner en mi lista "Algún día" o emplear unos minutos para crear una Lista de Proyecto para ese proyecto. No tienes que preocuparse de hacerlo ahora o olvidarla después. (Estos son el tipo de cosas que puedes poner en tu PDA y trasladarla a tu lista más adelante)
Los proyectos grandes pero no urgentes, realmente pueden despegar y el seguimiento es fácil porque sólo tengo que preocuparme de una acción en el momento en que llega a mi lista diaria.
Puedo ser más creativo, porque mi cabeza no está tan preocupado con todas las cosas en todas esas listas. Puedo concentrarme en el tema que estoy trabajando ahora, sabiendo que todo lo demás llegará a su debido tiempo para ser ejecutadas.
Termino eliminando una gran cantidad de proyectos antes de empezar a trabajar en ellos. Esto evita "los ataques de proyectos" que asaltan en mi mente y en los que empiezo a trabajar antes de estar seguro de que es un buen uso de mi tiempo. Ahora, cuando un nuevo proyecto aparece, primero “madura” en mi lista antes de yo saltar a el con ambos pies.
gestion del email
¿Qué hay de correo electrónico y todas las pequeñas cosas que te llegan a quemarropa todos los días?
Bueno, esas son cosas que pueden ir en tu lista diaria."Ocuparse del e-mail" es una tarea en la que puedes trabajar en las horas estipuladas durante el día. Siempre es mejor completar un elemento por vez con las mínimas interrupciones posibles.
Así es como escribo esta publicación electrónica cada semana.  La programo para el Lunes, mantengo mi horario libre de citas y no me ocupo del correo electrónico hasta que termino la newsletter.
El poder de este sistema de gestión del tiempo se hace evidente a medida que comienzas a ponerlo en acción. Impleméntalo durante un mes completo y yo predigo que no será la falta de tiempo una excusa para no hacer tu marketing!